
LOS FAVORITOS DE MIDAS
En 1998, Mateo Gil dirigió un cortometraje lleno de mala leche: “Allanamiento de morada”. Entonces tenía 26 años, pero no era un recién llegado. Dos años antes había triunfado con “Tesis”, suyo era el guion -como lo serían la mayor parte de los que luego filmó Amenábar-, y ya, en 1993, es decir con 21 años, había dirigido su primer cortometraje (re)conocido.