in Marcello Fonte, no cabe imaginarse “Dogman”. Este actor y director calabrés, que acaba de cumplir 39 años, lleva en la piel las señas de identidad de la tierra que le vio nacer. El polvo de la Roma milenaria dibuja sus incipientes arrugas y surcos. Y de la miseria de la Italia del arrabal, Fonte recolecta gestos, pausas y silencios con los que ennoblece a su personaje. Ha trabajado con grandes como Scorsese, Scola, Soavi y Luchetti.
El instante decisivo, ese en el que se produce la quiebra, donde algo se rompe, en el caso de Julio Medem surgió en “La pelota vasca”, una incursión documental de un cineasta que había sido capaz de ficcionar con el delirio y la extravagancia. Nadie como el Medem de “Vacas”, “La ardilla roja” y “Tierra”, para escaparse de ese costumbrismo de caspa y boina que tantas emociones levantaba en la España de los años 80.
En Disney no se andan con chiquitas. Tampoco corren riesgos. Veamos. La materia argumental de este filme bebe del relato de E.T.A. Hoffman, “El cascanueces y el rey de los ratones”. Es sabido que la corrosiva y grotesca fábula escrita en 1816, se abismaba en lo siniestro.