Se puede entender este Cruce de caminos como una suma de conjuntos, un filme río que no es lo que parece y que no reniega ni a identificarse con su tiempo ni a asumir el peso de la tradición. En su estructura ósea, Derek Cianfrance esboza un interesante ensayo sobre el peso de la sangre y la deuda de la genética.

Un prólogo sirve para introducir la presencia de la psicosis y el crimen. Tras ese acto violento cuyas víctimas quedan en el anonimato, Adam Wingard y Simon Barret, director y guionista respectivamente de Tú eres el siguiente, aprovechan la carnicería para introducir el título con la sangre de una de las víctimas escrito en un espejo: You´re Next.