Si para Kundera lo insoportable era la levedad del ser, para un Nicolas Cage capaz de reírse de sí mismo y de la imagen que lo representa, lo insoportable mana de la vanidad de los actores, lo que no (se) aguanta es ese narcisismo ególatra con(tra) el que el sobrino de Coppola lleva lidiando desde su mismo origen profesional.
Antes incluso de que veamos la primera imagen, Dominik Moll, su director, nos previene de que lo que va a aparecer se abrazará con lo insólito. De entrada, un sonido inquietante estremece el plano en negro. En unos pocos segundos se nos darán algunos datos.
Ganadora de la sección de cine vasco del SSIFF, un Zinemira que tuvo un nivel notable, “Ane” aparece armada con el arsenal de un thriller de suspense que gira en torno a la búsqueda de una madre ante la desaparición de su hija. Se trata de un misterio con conflicto generacional con el que David P. Sañudo debuta como director de largometrajes junto a la guionista malagueña Marina Parés.
En la pieza más emblemática de Stanley Kubrick, “2001. Una odisea espacial’, habita una elipsis antológica. Uno de esos saltos temporales que ha hecho del cine una de las expresiones artísticas más definitorias de lo que fue el siglo XX. En ella, unos primates lanzaban un hueso, convertido en arma defensiva, hacia el cielo para en el plano siguiente mostrar una nave espacial.
“Bel canto” ofrece tan buenas intenciones como malas decisiones. Pero más allá de su contenido concreto, en una primera mirada merece la pena cruzarla con la considerada por Hollywood mejor película USA de este año. Porque, curiosamente, “Bel canto” coincide con “Green Book” en los orígenes de sus realizadores. Paul Weitz, como Peter Farrelly, comenzó en el cine codirigiendo con su hermano.
Guionista antes que director, Thomas Bidegain, el autor de los libretos de filmes como Un profeta, De óxido y hueso y Dheepan, ha escogido para debutar como realizador un guión de alta densidad y de robusta y alegórica vocación. Según cuenta él mismo a quien quiera escucharle, el origen de este filme, Les cowboys en Francia, Mi hermana, mi hija título en su versión española, debe mucho a las inolvidables tardes que, en su juventud, pasó admirando el mundo del western.