De no haber sobrevenido la COVID, «A la deriva» no hubiera existido; no de este modo. En todo caso, de haberse creado, hubiera adoptado, como se desprende de las declaraciones de Jia Zhangke, otras maneras, otro planteamiento formal.
La historia que sostiene a «Votemos» ha dado señales de que sabe atrapar a un público mayoritario. Entre otras cosas porque conecta con la secular tradición española de ese costumbrismo que no es sino un espejo distorsionado de la realidad, a través de la sátira, la crítica y el humor.