Título Original: RETFAERDIGHEDENS RYTTERE Dirección: Anders Thomas Jensen Guion: Nikolaj Arcel y Anders Thomas Jensen Intérpretes: Mads Mikkelsen, Nikolaj Lie Kaas, Gustav Lindh, Roland Møller y Nicolas Bro País: Dinamarca. 2020 Duración: 116 minutos
Una DC danesa
Dinamarca no cree en los superhéroes pero sabe que el tiempo de Dreyer ha pasado. El de Lars von Trier probablemente también. Su mirada hace ya tres o cuatro proyectos que presenta síntomas preocupantes de un crepúsculo precoz. Pese a ello, de momento, vemos cómo los estudios Zentropa, impulsados por él y así llamados en guiño a la ficticia empresa ferroviaria de su vertebral filme “Europa” (1991), siguen alumbrando películas poco o nada convencionales como resulta este “Jinetes de la Justicia” de Andres Thomas Jensen.
Por ubicarlo; Jensen (1972, Frederiksværk, Dinamarca) lleva más de dos décadas firmando guiones y muchos de ellos han sido protagonizados por primeras figuras. Así que, como corresponde a todo director nacido primero como guionista, su filme descansa sobre una idea singular y un libreto de colmillo retorcido e intenciones ambiciosas. Jensen anuncia su estrategia desde ese título que convoca a la interminable serie de la llamada Liga de la Justicia.
Con evidente voluntad paródica, Jensen reúne a su banda de antihéroes y los lanza a una desigual batalla. Son “freakies” unidos para hacer frente a la mayor lacra que recorre Europa: la ultraderecha. Un militar tipo Rambo de cabeza agujereada y corazón destrozado, un hacker con aires florentinos, un matemático víctima de los delirios de la estadística y un rastreador de sobrepeso evidente y psicopatías diversas, unen su destino cuando un accidente en el metro parece ser la tapadera un atentado terrorista. Con incorrección política, humor ácido y algunos festines de violencia desproporcionada, la acción se engarza a la sorpresa para que, desde el estudio que alumbró “Dogma 95”, podamos ahora degustar una caricatura agria sobre el mundo de los antihéroes y la venganza.
En las antípodas de los amigos de Batman, este pseudocomando del teniente danés (rotundo Mads Mikkelsen) y sus estrafalarios cómplices (contagioso, personal y verosímil el reparto en sus extremas peculiaridades) se desvela como una aventura inteligente que, sin perder la sonrisa, cuestiona la lógica de la aritmética y la infalibilidad del algoritmo. O dicho en clave cívica, cuestiona la quebradiza consistencia del barro de la justicia y la extrema perversión de los (ab)usos sociales y sus comportamientos.