En la primera edición del festival Punto de Vista, 2005, se dedicó una amplia retrospectiva al cine documental japonés. Junto a una selección histórica de los mejores textos fílmicos basados en el cine de no ficción, se estableció una cita singular con una joven cineasta llamada Naomi Kawase.
Si el primer asalto de “Escuadrón suicida” daba pena; esta entrega, deja sin palabras. Si en su obra precedente, bajo la batuta de David Ayer y con el viejo esquema de “Doce en el patíbulo” y la sobredosis de humor rancio y talento breve solo latía algún alivio en la presentación de los personajes y en las zonas de transición; en esta nueva aparición, todo se abisma.
Estas “Damas de hierro” asumen las enseñanzas de las “Chicas de oro”. Como la serie norteamericana, también aquí son tres mujeres veteranas quienes cargan con el hilo conductor de un filme que descoloca y fascina, que divierte y abruma.