Tras el confinamiento, con la reapertura de las salas, “Pinocho” (a)pareció como la gran esperanza para que el sector comercial de la exhibición cinematográfica pudiera recuperarse. Formaba junto a “Pocahontas” y “Tenet”, la trinidad de la esperanza.
Cuando Allen titula a su recién publicada autobiografía: “A propósito de nada”, se comprende, tras leerla, que ese nada posee un nombre propio: Mia Farrow. Ella es la nada pretextual de un texto, como todos los del autor de “Annie Hall”, ingenioso, divertido y locuaz.
En 2023 se cumplirán cincuenta años del estreno de “Bad Lands”, primer largometraje de uno de los cineastas más controvertidos de todos los tiempos. En medio siglo de vida activa como director de cine, Terrence Malick (Waco, 1943) ha firmado diez largometrajes. De ellos, contando este “Knight of Cups”, tres permanecían sin estrenarse entre nosotros.
Jirí Menzel emergió en 1966 como un relámpago. Acababa de filmar su primer largometraje, “Trenes rigurosamente vigilados”, un filme poderoso que ganó el Óscar de aquel año. Su éxito preludiaba un cambio social y Menzel aparecía en lo más alto de la cresta de la denominada Nueva Ola Checa.
Hay realizadores que se enfrentan al oficio de filmar películas desde las tripas. No andan con balas de fogueo ni con estrategias defensivas. Para lo bueno y para lo malo, se arriman tanto al meollo de sus relatos, meten tanto de sí mismos en sus argumentos, que resulta difícil esquivar y aceptar el mazazo emocional que aspiran a dar.