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Solo ante el peligro
Título Original: MARLEY Dirección : Kevin Macdonald Guión: Jonah Lisa Dyer y Stephen Dyer Producción: Charles Steel y Steve Bing Fotografía: Mike Eley y Alwin Küchler Montaje: Dan Glendenning Nacionalidad: EE.UU y Reino Unido. 2012 Duración: 145 minutos ESTRENO: Julio 2012
Las verdes colinas de Jamaica, ondulantes, boscosas, impenetrables… inauguran y clausuran esta biografía en torno a Bob Marley. El paisaje y el personaje aparecen de este modo totalmente imbricados en una suerte de causa-efecto. Entre medio, durante 145 minutos, se impone la epopeya que muestra el nacimiento, ascenso, consagración y muerte de un ser humano cuya singularidad más especial fue un ritmo machacón y característico al que conocemos con reggae. Hemos de creer que Kevin Macdonald, nieto de Michael Pressburger y director entre otras de El último rey de Escocia, evidencia una obstinada querencia por practicar el género biográfico. Sin embargo, ahora, lejos de la incursión ficcionada al mundo sanguinario y caprichoso del dictador Idi Amin, la figura del músico jamaicano que se convirtió en leyenda, da forma a un suerte de cine documental que crece sobre los cimientos canónicos del género. O sea, un puñado de entrevistas y una recreación cronológica de la vida del sujeto biografiado bien armada gracias al abundante material filmado sobre sus conciertos.
Hay un tercer factor que Macdonald sirve con esmero: la abierta complicidad que el personaje le despierta. Una simpatía no exenta de cierta perplejidad porque, pese a las dos horas largas dedicadas a reconstruir una cronología, se impone el enigma de percibir que el sujeto biografiado no termina de abandonar una zona de penumbra; un espacio distante que lo muestra siempre rodeado de gente pero siempre abrazado por la suerte de sentirse solo.
En ese sentido, Macdonald utiliza la música de Marley como ariete para romper una muralla que tan solo algunas declaraciones de sus más allegados permiten entrever en sus fisuras, en las grietas de un músico convertido en leyenda y de quien se descubre que toda su pasión musical, toda su vida consistió, como la del ciudadano Kane, en burlar el escalofrío de sentirse rechazado.