Para abrir el apetito y estimular la presencia del público, las gacetillas periodísticas y los reclamos publicitarios han hablado de muchos referentes a la hora de presentar el estreno de “El robo del siglo”. Basada en un hecho real, un sofisticado atraco a un banco argentino en 2006, su argumento recuerda a multitud de películas.

Cuatro historias y un “leitmotiv” articulan este filme de filmes que ganó el Oso de Oro a la mejor película de la Berlinale 2020. Se trata de cuatro relatos atravesados por la mancha que salpica a los sayones, o sea el sentimiento de culpa que muerde a los encargados de ejecutar a los reos de la ley sabedores de que la ley no coincide con lo que cabría esperar de la justicia.

Para Dante Alighieri, el castigo para los envidiosos consistía en cerrar sus ojos y coserlos con alambres de hierro. Para Fincher, quien para “Seven” algo supo de los pasajes de “El purgatorio” de “La Divina Comedia”, la envidia constituía el fundamento y la máxima debilidad del psicópata encarnado por Kevin Spacey.

“In the Heights” fue alumbrada como un musical para brillar en las carteleras de Broadway; una de esas citas que los turistas que visitan Nueva York cumplen con fervor religioso. Se convirtió en una etapa reina de un programa de ocio y lujo, de comercio y evasión que han convertido a la ciudad más cinematográfica del mundo en un destino vacacional para toda la familia.

“Terciopelo azul/Blue Velvet” nació de entre las ruinas de un fracaso anunciado. El fracaso se tituló “Dune” y circulan de él dos versiones. Una, la oficial, la que se estrenó y naufragó, dura 137 minutos. La otra, irónicamente entendida como una especie de “director´s cut”, alcanza los 177 minutos.