Para abrir el apetito y estimular la presencia del público, las gacetillas periodísticas y los reclamos publicitarios han hablado de muchos referentes a la hora de presentar el estreno de “El robo del siglo”. Basada en un hecho real, un sofisticado atraco a un banco argentino en 2006, su argumento recuerda a multitud de películas.
Queda bien y no es inoportuno citar a Phillipe Garrel e incluso a Éric Rohmer a la hora de ubicar en algún lado lo que Emmanuel Mouret sugiere en este filme inequívocamente francés titulado “Las cosas que decimos, las cosas que hacemos”.
Cuatro historias y un “leitmotiv” articulan este filme de filmes que ganó el Oso de Oro a la mejor película de la Berlinale 2020. Se trata de cuatro relatos atravesados por la mancha que salpica a los sayones, o sea el sentimiento de culpa que muerde a los encargados de ejecutar a los reos de la ley sabedores de que la ley no coincide con lo que cabría esperar de la justicia.
La sombra de “Ocho apellidos vascos” se proyecta en la estructura argumental de “Operación Camaron”. No cuesta esfuerzo imaginar cómo lo productores vampirizaron la fórmula del éxito de la película de Cobeaga y San José para alimentar esta aventura gaditana.
Para Dante Alighieri, el castigo para los envidiosos consistía en cerrar sus ojos y coserlos con alambres de hierro. Para Fincher, quien para “Seven” algo supo de los pasajes de “El purgatorio” de “La Divina Comedia”, la envidia constituía el fundamento y la máxima debilidad del psicópata encarnado por Kevin Spacey.
¿Cómo funciona el sistema operativo del traductor o la cabeza de quien interpreta que “The Last Bus” puede renombrarse como “El inglés que cogió una maleta y se fue al fin del mundo”? Esto es un enigma que no sabremos resolver y que duele incluso imaginar.
John Krasinski, actor, escritor y director presenta unas credenciales tan notables como desconcertantes. Empezó a ser reconocido cuando su personaje en “The Office”, junto a su compañero de la escuela secundaria, B.J. Novak, alcanzó una merecida relevancia.
“In the Heights” fue alumbrada como un musical para brillar en las carteleras de Broadway; una de esas citas que los turistas que visitan Nueva York cumplen con fervor religioso. Se convirtió en una etapa reina de un programa de ocio y lujo, de comercio y evasión que han convertido a la ciudad más cinematográfica del mundo en un destino vacacional para toda la familia.
“Terciopelo azul/Blue Velvet” nació de entre las ruinas de un fracaso anunciado. El fracaso se tituló “Dune” y circulan de él dos versiones. Una, la oficial, la que se estrenó y naufragó, dura 137 minutos. La otra, irónicamente entendida como una especie de “director´s cut”, alcanza los 177 minutos.
Robin Wright como Clint Eastwood pertenece a la estirpe de profesionales que se diría tienen presencia. Todo lo que hacen parece mejor de lo que es y cuando yerran, el error no es que no se tenga en cuenta, sino que se olvida como si jamás hubiera sucedido.