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Nacido para hacer reír

Título Original: DUE DATE Dirección: Todd Phillips Guión: Alan R. Cohen, Alan Freedland, Adam Sztykiel y Todd Phillips Intérpretes: Robert Downey Jr. , Zach Galifianakis, Jamie Foxx, Juliette Lewis, Michelle Monaghan, RZA y Matt Walsh Nacionalidad: EE.UU. 2010 Duración: 100 minutos ESTRENO: Noviembre 2010

Hay un par de datos que descolocan un poco sobre el marcado carácter humorístico que marca la trayectoria de Todd Phillips como cineasta. Autor de Viaje de pirados (2000), Aquellas juergas universitarias (2003), Starsky & Hutch (2004) y Resacón en Las Vegas (2009); en sus comienzos Phillips practicó un cine documental. Habremos de concluir diciendo que nada queda de ello en su obstinado intento por renovar la comedia y sus subgéneros, por más que la dignifique con menos obviedades y algo de ingenio.
Entre medio y como productor ejecutivo, Philips saboreó el fracaso absoluto de una noble y ambiciosa película titulada All the King’s Men (2006), un descalabro financiero que pareció cortar de raíz sus ambiciones de autor. Lejos del camino de ese otro cine, la sombra de Resacón en Las Vegas, mezcla no reconocida entre Airbag y Very Bad Things se impone detrás de este Salidos de cuentas. Es la sombra de un éxito que se amenaza con convertirse en condena porque, paradójicamente, tanto la crítica comprometida con el cine invisible como los espectadores adictos a la sal gruesa rieron con ella.
Al margen de esa extraña covergencia, la cuestión ahora tiene mucho que ver con dilucidar si Todd Phillips pertenece a esa raza de lunáticos como Ben Stiller, Wes Anderson, Owen Wilson y Sacha Baron Cohen, entre otros, o si en realidad estamos ante un francotirador que se acerca a la comedia por una serie de coincidencias.
Salidos de cuentas representaba en algún modo esa prueba de fuego sobre la verdadera naturaleza de su comedia y sobre la capacidad y querencia de su italento. Y Salidos de cuentas ratifica lo que en el anterior y sobrevalorado filme era evidente. Phillips diseña bien algunas secuencias, posee instantes de gracia y sabe obtener un buen partido de sus protagonistas. Pero ese Phillips recibido como un renovador del género no se persona en este filme como una voz propia. Lo más probable es que no lo haga nunca. Al menos no en y desde ese resbaladizo espacio de la comedia, único género para el que hay que nacer porque en caso contrario poco o nada se puede hacer.

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