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Laberinto con puertas falsas
Título Original: PRISONERS Dirección: Denis Villeneuve  Guión:  Aaron Guzikowski    Intérpretes:   Jake Gyllenhaal, Hugh Jackman, Paul Dano,Melissa Leo, Viola Davis, Maria Bello y Terrence Howard Nacionalidad: EE.UU. 2013  Duración:  146 minutos ESTRENO: Octubre 2013
 
Villeneuve ha sacado oro de la necesidad de la crítica por encontrar nuevos cineastas que alumbren y renueven un panorama necesitado de frescura e insolencia. Recibido como un autor importante gracias a unos cortometrajes más efectistas que profundos, alcanzó un desorbitado reconocimiento cuando presentó Incendies. No era un mal filme, pero en tiempos débiles, los vendedores de humo reciben honores de sabiduría. Ha pasado el tiempo y ahora, lo mejor de Prisioneros consiste en evidenciar lo que ya asomaba en sus cortometrajes, lo que es evidente en Enemy : que este maestro carece de maestría. No hay en él una voz propia reconocible, ni singular.
Como en su obra anterior, Villeneuve se mide con los grandes, imita a quienes triunfan. Pero en Prisioneros, ese triunfo empieza a estar más en el lado de la taquilla que en el de la autoría. Si en Enemy, los referentes eran Cronenberg y Lynch, aquí la cosa va en dirección a Fincher y Mann, una mezcla entre Seven y Heat que arranca con ambición de Oscar y termina con trucos de telefilme de sobremesa. 
El comienzo resulta prometedor. Mes de diciembre, mes de calor de hogar y calles nevadas. Dos familias amigas ven desaparecer a sus dos hijas pequeñas. Nadie sabe nada. La Policía, representada por un agente que conforme avanza la película parece ser el único miembro del cuerpo, inicia una lenta búsqueda. Los padres, caracterizados de manera obvia como un representante demócrata a lo Obama y un republicano próximo a Schwarzenegger, actúan a su manera. La tensión crece. El único sospechoso no da síntomas de gran inteligencia pero es la única pista. Con desparpajo inaudito, Villeneuve se suelta una apología de la tortura, de la guerra preventiva, del miedo al otro y de todos los Guantánamos que hay en la vida. Con un talento camaleónico, Villeneuve da rienda suelta a un larguísimo thriller lleno de momentos impactantes pero preñado por malos regates argumentales y peores codazos ideológicos. De muestra un botón. La plúmbea carrera para salvar a una de las niñas. Nadie tiene dudas sobre qué va a pasar. Todo parece gratuito. Puro artificio tan acartonado como los cabos sueltos y la escasa enjundia de esta mirada sobre el mal y sus consecuencias.
 

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