La Granada donde descansan, en paradero desconocido, los restos del asesinado por rojo y sobre todo por homosexual, Federico García Lorca, restos que Ian Gibson buscará por toda una eternidad, fue el escenario de la 39 edición de los premios Goya; premios que, como acontece con otros eventos cinematográficos en medio mundo, fueron creados a imagen (pobre y castiza) de los Oscar.