OPPENHEIMER-IMAGEN

Hollywood se mueve entre la esquizofrenia y la bipolaridad. Mientras que para el recuerdo y la historia la 96 edición de los premios Oscar será la de la bomba de Oppenheimer; la valentía y lucidez de algunas manifestaciones y gestos individuales que denunciaron la masacre de Gaza, tanto fuera como dentro del templo de la vanidad donde se celebraba la ceremonia, dejaron claro que mucha gente del cine es posible que fabrique sueños, pero es verdad que no vive de espaldas a lo real.