
LA ÚLTIMA LOCURA DE CLAIRE DARLING
Julie Bertucelli pisa con insolencia un territorio en el que hay muchas posibilidades de resbalar. Sin complejos ni precauciones, “La última locura de Claire Darling” hace honor a su nombre. Es decir, la película se abisma locamente. Se precipita en la nada tras una reflexión amarga, revestida con esa insensatez que corroe toda obra que asume la inevitabilidad de la muerte como si el mundo ignorase la fugacidad de la existencia.