Todd Haynes, en cuanto cineasta, pertenece al selecto y reducido grupo de quienes saben vivir en su tiempo sin pagar el peaje de los signos de la contemporaneidad. Sus películas se suceden fieles a su propio estilo; un estilo revestido de la gravedad de lo que se sabe atemporal. Aspira a convocar la moderna pertinencia de lo clásico, de lo magistral.
Si Agnes Varda asume el rostro de la mujer en una sociedad de hombres unida por el paraguas de la nouvelle vague, el nombre de Margarethe von Trotta, representa algo semejante con el caso alemán.
La amistad a la que hace referencia el título impuesto por el distribuidor español, es la que sostuvieron Alberto Giacometti y el escritor James Lord. En realidad, esa relación amigable con la que el actor y director Stanley Tucci ha firmado este largometraje, consistió en las dilatadas sesiones que ambos sostuvieron durante la realización del retrato de Lord por Giacometti.