Unidos para sobrevivir

Título Original: INTO THE WHITE Dirección: Petter Naess Guión:Ole Meldgaard, Petter Naess y Dave Mango Intérpretes:  Rupert Grint , David Kross, Florian Lukas, Knut Joner , Lachlan Nieboer, Stig Henrik Hoff y Kim Haugen Nacionalidad:  Noruega y Suecia. 2012 Duración: 100 minutos ESTRENO: Julio 2013

No hay en este filme ninguna evidencia de que Petter Naess tenga conocimiento de la película de Park Chan wook, Joint Security Area (2000), aunque sobran las coincidencias argumentales. Por eso mismo se diría que Petter Naess algo sabe y en mucho se aproxima a la citada película con la que, a comienzos del nuevo milenio Park Chan wook (re)inició su carrera. Con JSA, la historia de un crimen cometido en esa línea de sombra que une y separa a las dos Coreas, se asistía a un vibrante thriller bélico recorrido por una sensibilidad especial. Un retrato sobre la amistad masculina no ajena a larvados impulsos eróticos. Park Chan wook, que inmediatamente después pondría en marcha su celebrada trilogía de la venganza, se las ingeniaba para aunar la denuncia política con una introspección sobre la soledad y la amistad; fundía un proceso judicial para aclarar la verdad con un fundido emocional con el que se diluía la artificial beligerancia entre soldados de paises enemigos. 
Aquí como allí, asistimos al enfrentamiento, al temor,  al reconocimiento y a la amistad de dos grupos de soldados rivales. El contexto es la segunda guerra mundial. Los protagonistas, alemanes y británicos. El suelo, Noruega. Y la base del guión, un hecho real que inicialmente iba a alimentar un documental que no vio la luz aunque en esta ficción se aporten referencias al hecho histórico. Conocido por la amable y ejemplar Elling (2001), Petter Naess (Oslo, 1960), posee una notable experiencia como director y actor, algo que le ha llevado a realizar incursiones en territorios dispares pero, lamentablemente, con desigual acierto. En Perdidos en la nieve, película que pretende ser moralizante y ejemplar sobre lo absurdo de la guerra y el odio, el narrador, también coguionista del filme, se empeña en hacer un brindis al sol a favor de un pacifismo ingenuo.
En consecuencia, evita penetrar en el territorio minado que con tanta precisión como intensidad recreaba el citado Chan wook. Al contrario que el cineasta coreano, el tratamiento del director noruego convierte en caricatura el fundamentalismo nazi de uno de los soldados alemanes, quita hierro al poso ideológico y termina por desdibujar la complejidad de unos seres humanos unidos para salvar sus vidas frente a un enemigo común: el frío.

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