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Dirección: Paco Plaza Guión: Paco Plaza y Luiso Berdejo Intérpretes: Leticia Dolera, Diego Martín, Ismael Martínez, Àlex Monner, Claire Baschet, Jana Soler, Emilio Mencheta Nacionalidad: Argentina, Alemania y España. 2012 Duración: 77 minutos
La primera REC nació fresca, casi por azar, fruto de una actitud de resistencia. Exactamente de supervivencia. Tuvo dos padres, Paco Plaza y Jaume Balagueró, dos ilustres nombres en la galería del cine fantástico español que unieron fuerzas y medios (escasos) para poder seguir haciendo el cine que les gusta. Tuvieron un éxito desbordante, tanto que la segunda entrega quiso partir de un planteamiento parecido al que desplegaron Tarantino y Rodriguez, un programa doble que jugaba con un trasvase argumental de una a otra película para que los espectadores pudieran jugar a cruzar una y otra película. No pudo ser. Se quedó en una única película que prolongaba los aciertos y las debilidad de la primera.
Pero vayamos al núcleo de REC 3, también bautizada como Génesis, si lo prefieren, la precuela. A estas alturas ha quedado claro que a Plaza (y a Balagueró) los zombies no les importan nada. Son el pretexto para, en clave de terror, asomarse a la crónica cotidiana, a la caricatura social de un tiempo y un espacio que reconocemos como la España de la crisis.
Como se recuerda, el primer REC hacía estragos con los reality shows, con los España Directo, con los programas de reporteras aburridas que exprimen el morbo allí donde este permite que se coloque una cámara. En esta entrega, el contexto es el mismo, un país de muchos excesos y pocas neuronas, una sociedad anestesiada por el alcohol, la estupidez y la banalidad más absoluta. ¿Dónde alcanza su máxima expresión la estupidez social que nos acompaña? En las bodas, esas ceremonias rancias destinadas a consagrar los tópicos más absurdos, los encuentros más detestables. Dicho y hecho. El bodorrio que aquí se representa es genuino, ejemplar. Puro calco de lo cotidiano que estalla en orgía sangrienta. La originalidad dura 30 minutos. El resto, copia, reiteración. Gore a golpe de Biblia. Una inmensa falla-boda valenciana con unos invitados cuyo estado zombie daba más miedo antes de que comenzasen las mordeduras.
Pero vayamos al núcleo de REC 3, también bautizada como Génesis, si lo prefieren, la precuela. A estas alturas ha quedado claro que a Plaza (y a Balagueró) los zombies no les importan nada. Son el pretexto para, en clave de terror, asomarse a la crónica cotidiana, a la caricatura social de un tiempo y un espacio que reconocemos como la España de la crisis.
Como se recuerda, el primer REC hacía estragos con los reality shows, con los España Directo, con los programas de reporteras aburridas que exprimen el morbo allí donde este permite que se coloque una cámara. En esta entrega, el contexto es el mismo, un país de muchos excesos y pocas neuronas, una sociedad anestesiada por el alcohol, la estupidez y la banalidad más absoluta. ¿Dónde alcanza su máxima expresión la estupidez social que nos acompaña? En las bodas, esas ceremonias rancias destinadas a consagrar los tópicos más absurdos, los encuentros más detestables. Dicho y hecho. El bodorrio que aquí se representa es genuino, ejemplar. Puro calco de lo cotidiano que estalla en orgía sangrienta. La originalidad dura 30 minutos. El resto, copia, reiteración. Gore a golpe de Biblia. Una inmensa falla-boda valenciana con unos invitados cuyo estado zombie daba más miedo antes de que comenzasen las mordeduras.