Terminator con alas

Título Original: LEGION Dirección: Scott Stewart Guión: Scott Stewart y Peter Schink Intérpretes: Paul Bettany , Dennis Quaid, Lucas Black, Tyrese Gibson, Kevin Durand, Kate Walsh, Adrianne Palicki , Charles S. Duttony y Willa Holland Nacionalidad: EE.UU. 2009 Duración: 104 minutos ESTRENO: Junio 2010

San Miguel, el arcángel que habló con Moisés en el Monte Sinaí, el capitán de los ejércitos de Dios, del dios judío y del dios cristiano, el protector de una campesina iluminada llamada Juana de Arco, en este filme errático titulado Legión se convierte en un rebelde capaz de traicionar a su mentor. La razón por la que Miguel, el ángel amado en Constantinopla, en Egipto, en Rusia y en Aralar, sigue el camino de Lucifer y desobedece a Dios, constituye el piadoso misterio de un filme que se adentra en el pantano bíblico con el mismo rigor con el que los peplum recreaban a Sansón. Estamos ante un pretexto especular nacido para entretener; puro escapismo que en otros tiempos dignificaba la llamada serie B y que en estos, cuesta trabajo imaginar que signifiquen/dignifiquen algo. Al frente de Legion se encuentra Scott Stewart, un experto en pirotecnia fílmica, un profesional del truco y el efecto que debuta como director. Signo funesto de nuestro tiempo, éste en el que la última palabra sobre el Arte (pro)viene de boca del conserje, y del artista y/o el catedrático no escuchamos palabras. Legion, a fuerza de copiar a quienes le han precedido, aporta alguna imagen sugerente. Scott Stewart y su director de fotografía apuntan algunos cromos con gracia y con cierta capacidad para la evocación. Pero Stewart, no sólo se ha limitado a dirigir, función relativa que de haber un buen guión, unos buenos actores y un buen montador incluso no se hubiera notado, sino que se ha empeñado en aparecer como un verdadero autor.
Para quienes escupen sobre el hacer de Robert Rodriguez, Quentin Tarantino y otros sastres del pastiche contemporáneo, Legión expone una buena oportunidad para reconocer que, incluso en el oficio de cortar y pegar, hace falta algún talento, un sentido del ritmo y una intención de fondo. O sea, justo todo lo que no hay aquí, en este armagedón que mezcla Terminator con 28 días después, zombies con ángeles, y la ira de Dios con la estulticia de los seres humanos. Y como acontece cuando se saquean los textos bíblicos, ese combate entre Gabriel y Miguel, esa lucha entre la obediencia ciega y el desacato inteligente, daba para un tratado sobre la libertad, la justicia, la fidelidad y el perdón. Pero al negocio del ocio eso no le interesa.
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