Iznogud y el rey del popTítulo Original: MICHAEL JARCKSON´S. THS IS IT Dirección: Kenny Ortega Producción: Paul Gongaware, Randy Phillips y Kenny Ortega. Fotografía: Kevin Mazur Intérpretes: Michael Jackson, Orianthi Nacionalidad: EE.UU. 2009 Duración: 112 minutos ESTRENO: Noviembre 2009

De no haber muerto Michael Jackson de manera súbita, este documental probablemente jamás se hubiera hecho. Aunque en justicia, aquí no cabe hablar de hacer como sinónimo de construir. Lo apropiado es explicar que This is it nace como resultado de (re)unir, de rescatar, de (re)utilizar un material privado que nunca debiera haber salido del espacio de la intimidad. ¿Por malo? No. Por irrelevante e inconexo. Por pretextual. Todo lo que a lo largo de dos horas aquí se convoca no es sino una pre-huella, la marca de algo que nunca fue porque en el camino se apagó su fundamento.
El hedor funerario y el toque mercantil de este documental que arrasa en EE.UU. y que pronto desaparecerá de la cartelera para engrosar un capítulo extraño dentro de los extraños acontecimientos que siempre rodearon la figura de Jackson resulta insoportable. Tan sólo fans abducidos o espectadores con meninges de gominola pueden encontrar algún valor narrativo o representativo a lo que nada cuenta salvo una serie reiterada de ensayos y repeticiones sobre la que debía ser la reaparición del Rey del Pop.
Un rey en el que se adivina, eso es lo “mejor” y lo más doloroso de esta exhibición impúdica, que ya estaba roído hasta la desfiguración. Su voz, anoréxica, su ritmo, helado, su carisma, embalsamado… Demasiada crueldad como para aplaudir esta operación ejecutada por un mercachifle iluminado y manipulador llamado Kenny Ortega. Los amantes de Jackson deberían secarse las lágrimas de emoción ante la presencia/ausencia de Jacko y abuchear a su ex-socio autor de los éxitos de High School Musical y de la gira de Hannah Montana.Kenny Ortega, no lo olviden, fue el maestro de ceremonias del funeral de Jackson retransmitido por televisión a todo el mundo.
Megalómano, servil y mesiánico en “su” documental Ortega se sube al escenario, se erige en el centro de atención y se retrata como el miserable Iznogud (is not good), ¿quiere ser la estrella en lugar de la estrella? Con amigos como éste, Jackson dejó un cadáver joven y un mal documental sobre su música. Aunque eso sí, en su seno palpita un demoledor testimonio sobre esa enfermedad letal que corroe cerebros y pervierte corazones, ¿su nombre?: fama.

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