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Recetas de cocina y recocinaTítulo Original: JULIE & JULIA Dirección: Nora Ephron Guión: Nora Ephron; basado en “Julie & Julia” de Julie Powell y “My life in France” de Julia Child y Alex Prud’homme Intérpretes: Meryl Streep, Amy Adams, Jane Lynch, Stanley Tucci, Chris Messina y Linda Emond País: EE.UU. 2009 Duración: 112 minutos ESTRENO: Noviembre 2009
Debemos a Nora Ephron la pervivencia de un espejismo, el gesto pírrico de sostener la resistencia del relato clásico aunque, eso sí, ahora desde una perspectiva femenina. Autora de obras como Cuando Harry encontró a Sally y Tienes un e-mail, Ephron ha sido capaz de desenterrar el romanticismo, teñirlo de contemporaneidad y darle una osadía que en los años 30 y 40 ¿no tenía? Responder a esa cuestión de modo afirmativo sería desmontar la valía de Ephron. Es decir, si en los clásicos se percibe la potencia subversiva de sus aguas subterráneas, el cine de Ephron resulta meloso, previsible, blando. Pero si se celebra con alborozo y se leen como una gran transgresión los jadeos simulados de Meg Ryan recreando un orgasmo, su cine (a)parecerá como un descubrimiento. Un hallazgo que, bien mirado, tapona una carencia: el desconocimiento de la mala uva y el alto talento de las comedias americanas de los años 40.
Guionista y realizadora, lo mejor de Nora Ephron descansa siempre en su capacidad para escoger temas que crecen sobre diferentes subtramas. En el cine de Ephron, lo importante nunca reside en la sinopsis de su argumento. Estos siempre se despeñan por el terraplén de lo popular aferrados al viejo esquema argumental del relato romántico de final feliz. Pero a su lado, por debajo, en el contexto de sus relatos, Nora Ephron muestra un loable sentido para la descripción de contextos. Dicho de otro modo, la ñoñería de sus historias se hace perdonar por la precisión de los detalles paralelos.
Julie and Julia, o lo que es lo mismo, Meryl Streep y Amy Adams, apunta, en apariencia, hacia ese cine que sirve para ilustrar jornadas gastronómicas. Sin embargo su estructura dual y su argumento tejido en dos tiempos, dos biografías atravesadas por lo real y cosidas por el barniz de lo retórico, reclama una ambición latente que tan solo de manera oblicua nos es dado vislumbrar. Ambientada en plena caza de brujas la historia de Julie, y casi en el presente la de Julia, lo realmente notable del filme nunca es lo que se avista en la primera línea del plano sino lo que se percibe incluso fuera de foco. En una orilla, el fantasma de la represión; en la otra, el espectro de esa red que conforma internet y que nos convierte en protagonistas de una nada virtual.