De manera más o menos evidente, a las mascotas se les atribuyen virtudes para alejar desgracias y/o (a)traer buena suerte. Y estas Mascotas han llegado en el verano de 2016 con mucho más que buenaventura bajo el brazo. Por lo pronto, a la vista de los consecutivos hundimientos de la programada cultura mainstream para el verano de 2016, digamos que Mascotas es la excepción y ofrece la mejor garantía de propiciar un buen rato tanto a la chavalería como a quienes entienden que un filme de animación también puede ser cine mayúsculo.