
ÉRASE UNA VEZ EN… HOLLYWOOD
La naturaleza de Tarantino lo acota como un freakie enciclopédico. Todo en él resulta torrencial, barroco, acumulativo. Es una redundancia redundante. Pero en su novena película, “Érase una vez en… Hollywood”, homenaje en su título a Leone aunque en el filme se habla del otro Sergio, Corbucci, algo ha cambiado en Tarantino. Por vez primera Tarantino se autorreferencia a sí mismo.