
OREINA
El ciervo que da sentido al título del primer largometraje de ficción de Koldo Almandoz carece de vida. Su cabeza disecada preside un pasado oscuro y su presencia vigilante evidencia una herida infectada. Como propuesta fílmica, algo en Oraina se contradice permanentemente. ¿Por qué se ancla tanto en el pasado, cuando aspira a vivir en el aquí y en el ahora?