El primo gamberro de E.T. Título Original: PAUL Dirección: Greg Mottola Intérpretes: Simon Pegg, Nick Frost, Jason Bateman, Joe Lo Truglio , Kristen Wiig, Jeffrey Tambor, Bill Hader, Jane Lynchy Blythe Danner Nacionalidad: EE.UU. Reino Unido. 2011 Duración: 104 minutos ESTRENO: Julio 2011

Dos son las piernas que mueven el viejo corazón de esta comedia freakie empeñada en ala(r)gar la figura de Steven Spielberg. Una proviene del universo reconocible del citado director de El color púrpura. De modo que Paul, el alienígena de esta road movie de extraterrestres y terrestres extraños, podría ser presentado en sociedad como el primo gamberro y mordaz de E.T. La otra pierna sabe mucho de la cultura cartoon, del cine de animación y más en concreto de una de las fórmulas que más dividendos le ha dado a Dreamworks y Spielberg, la saga Shrek; o sea, la reivindicación de cierta grosería beligerante con la corrección política pero que no pierde de vista al gran público. Para eso, para no errar en la operación, se ha contratado el motor que precisaba esta experiencia: el tándem Simon Pegg y Nick Frost, la pareja británica que mejor humor ha dado en los últimos tiempos a partir de aquel impagable Zombies Party y la perversión de la buddy movie que fue Arma fatal.
Con ellos como cabeza visible del experimento, ahora y aquí convertidos en excéntricos fans del cómic, la ciencia ficción y lo extravagante, con el lugar común de la celebérrima Área 51, donde se esconden los secretos siderales, las huellas de los alienígenas que han pasado por nuestro mundo y los más enigmáticos secretos, Paul abre las esencias de la parodia y el homenaje. Si Pegg y Frost daban un recital de citas y pellizcos en las dos películas antes citadas, en Paul el concierto adquiere el libro de estilo del citado Spielberg. O sea hay pocas bombas y muchos bombones. ¿Qué queda al final de este recorrido por la cartografía del cine marciano? Un saludable ejercicio tan inofensivo en su trasfondo como entretenido en su desarrollo.
Sin otra pretensión que juguetear a partir de ese freakie que toda persona aficionada al cine lleva dentro, Greg Mottola, no tiene dificultad alguna para resolver un guión solvente lleno de impactos humorísticos. Con ello, Mottola, un neoyorquino indie con gusto por grupos como Yo la tengo y querencia por la comedia-disparate (Superbad, Adventureland) se consolida como otro nombre más a añadir a la armada de nuevos autores USA llamados a hacer la comedia del siglo XXI.
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