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La vida con marcha atrás
Título Original: ABOUT TIME Dirección y guión:  Richard Curtis  Intérpretes:  Rachel McAdams, Domhnall Gleeson, Bill Nighy, Tom Hollander, Lindsay Duncan, Margot Robbie, Lydia Wilson y Richard Cordery Nacionalidad:  Reino Unido. 2013   Duración: 123 minutos ESTRENO: Octubre 2013
 
El viaje a través del tiempo nos ha acompañado desde que el hombre fue capaz de convocar esa hipotética posibilidad. Recapitulemos. De Borges a Dickens; de Asimov a H.G. Wells; de Michael Crichton a Mark Twain, las alusiones, los mecanismos que se utilizan para hacer que el ser humano se pasee por el calendario como lo hace por las carreteras de su provincia, son diversos, polimórficos. En el mundo del cine, las referencias a ese periplo a través del crono no tienen la obligatoriedad de acudir a la física cuántica. Al contrario, las mejores, aquellas que se recuerdan, suelen acudir a la metafísica del deseo; a la necesidad de superar la frustración del encadenamiento a un presente que no (re)conforta. 
 Y siempre que algún narrador se abisma hacia ese pozo negro, siempre que se sumerge en ese agujero de gusano, debe vérselas con las arenas movedizas de la paradoja. Por eso, la mejor virtud del filme escrito y dirigido por Richard Curtis, About  Time, es que este guionista antes que director, nacido en Wellington, Gran Bretaña, 1956; permanece fiel a su propio estilo. Es decir, no se complica la vida. 
En este caso, ese viaje a través del tiempo es una cosa de familia; una facultad maravillosa por la que los varones al llegar a la mayoría de edad, si lo desean, pueden volver atrás tan sólo con quererlo en la intimidad de un espacio cerrado. Es un meterse en el armario para ir hacia atrás,un retorno al pasado para enmendar las metedura de pata. Así se las gasta Richard Curtis.
Suyos son los guiones y en algún caso hasta la dirección de películas como War Horse (2011), Las vacaciones de Mr. Bean (2007) Bridget Jones: Sobreviviré (2004), Love Actually (2003), El diario de Bridget Jones (2001), Notting Hill (1998) Bean (1997) Cuatro bodas y un funeral (1994) y Un tipo de altura (1989). O sea, Richard Curtis practica ese tipo de obras con vocación de éxito y naturaleza de comedia de humor. El cine de Curtis no se distingue por complejidades argumentales ni en él se descubren ansias de autoría. A Curtis le basta con hacer reir al espectador y arrasar en la taquilla. Una ambición bien vista en los mentideros de la industria cinematográfica, esa que entre una buena recaudación o una buena película, nunca duda.
Y a favor de Curtis hay que reconocer que no escatima esfuerzos, que posee un buen sentido del ritmo y que se mueve con sibilina destreza en el juego de los malabares sentimentales. Curtis, como otros cineastas británicos de su generación, ha reinventado la fórmula de la vieja comedia británica; recupera su sentido del humor, se desprende de su sarcasmo y se pone al día. Puro Mr. Bean en vena para espectadores de risa ligera.
En este caso además, durante el primer tercio del filme, Curtis galopa inspirado y singularmente jovial. Su comedia romántica con triquiñuela de ficción se descubre amena, resulta ingeniosa y gracias a los actores, se ve llena de reflejos con gracia.
Con tanta precisión parece transcurrir About Time, que su director y guionista, termina por perder la cabeza, se emborracha con el salto temporal y se olvida de la necesidad de ser conciso. 
El humor soporta dificilmente el alargamiento de las situaciones; y peor todavía la repetición del gag. Y eso es lo que parece olvidar Richard Curtis quien, si en la primera mitad del filme, nos hace creer que estábamos ante una solida comedia, en su desenlace la malogra por no saber cuándo ni qué cortar. No obstante, pese a esa prolongación excesiva, About Time ofrece solvencia, arranca sonrisas y evita la sal gruesa y el exceso afín a tantos herederos de Wilder que toman su nombre en vano.

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