La relación de grandes cineastas tentados por Macbeth compone una galería muy especial: Welles, Polansky, Kurosawa,… y ahora, Joel Coen, quien por vez primera rueda sin la complicidad de su hermano Ethan pero sí con el apoyo y el trabajo decisivo de su esposa Frances McDormand.

Justin Kurzel arranca su reescritura de Macbeth con la presencia blanca del funeral de un niño. Hora y media después la clausura en rojo para realzar el baño de sangre que provoca la ambición cuando se abraza a la locura. Todo ha sido coreografiado en grado extremo. Todo está fotografiado como si fuera un anuncio de la Champion League.