Dentro de diez meses su cumplirán 40 años del estreno de “Blood Simple”, aquí titulado como “Sangre fácil”. Con aquella película, su primer largometraje, se firmó la partida de nacimiento cinematográfico de los hermanos Coen.
Esa «bestia en la jungla», a la que desnudó Henry James en uno de sus más reproducidos y definitivos relatos cortos, posee un único semblante y mil gestos desesperados. Se llama miedo a vivir, miedo a abrazar lo que se desea, miedo al miedo.
Al principio y al final, Javier Macipe muestra en “La estrella azul” las tripas del constructo cinematográfico. Enseña el artificio del cine en un gesto de coherente honestidad. Es posible que, en su arranque, esa alusión al guión que guía pero no conduce este filme, y que nos recuerda que lo que vamos a ver será una representación, pase desapercibida.
En “Negu Hurbilak”, filme firmado por un colectivo que alude a ese “frío que se avecina”, lo que se verbaliza, en apariencia, se abraza a lo obvio y se abrasa con lo banal. Sin embargo, lo que en ella se expresa es mucho.
“Desconocidos” aparece como una planta exótica crecida en una encrucijada de caminos. Sus raíces provienen del universo de Taichi Yamada, un escritor y guionista japonés autor de la novela en la que el filme se inspira y que murió en noviembre de 2023, poco después del estreno de esta película.
Inspirado libremente en el caso Mary Kay Letourneau y Vili Fualaau, o sea que acoge (y recoge) el hecho pero no las circunstancias ni la referencia biográfica a la realidad, Todd Haynes desarrolla un filme personal firmemente asentado en su universo fílmico.
Ahora que la fórmula da síntomas de agotamiento, cuando tanto la Marvel como la DC dan bocanadas de agotamiento y desorientación, proliferan las dentelladas críticas contra la insustancialidad de un subgénero que agoniza. «Madame Web», un retruécano argumental de Spiderman y sus incontables secuelas en clave femenina, ha salido muy mal parada tras su estreno mundial
Al parecer miembros de la familia Marley han alimentado este monstruo que devora la figura del autor de «Exodus». Es sabido que de las buenas intenciones y de las pequeñas ambiciones dios nunca nos libra. De modo que «Bob Marley: One love», un errático biopic dirigido con poca cabeza y corazón en ruinas por Reinaldo Marcus Green, deviene en un extraño homenaje del que Marley hubiera salido por patas.
Se ha reiterado en diferentes crónicas y reseñas sobre el filme de Sofia Coppola, como si eso fuera una virtud añadida, que frente al retrato masculinizado de Elvis Presley de Baz Luhrmann, centrado en la jaula de oro en la que se convirtió su vida, aprisionado en sus últimos años en Las Vegas, “Priscilla” cultiva un tono más femenino, más sereno, más intimista.
«Como un reloj de péndulo, este “Ferrari”de Michael Mann avanza a partir de dos escenarios. A la izquierda, el mundo de las carreras de automóviles, un universo de gasolina, asfalto, poder y muerte. A la diestra, las alcobas y el sexo, un territorio concebido como una bifurcación de dos camas, dos hogares, dos mujeres.»