Walter Salles (Río de Janeiro, 1956) cautivó a la cinefilia de medio mundo hace 27 años con «Estación central de Brasil» (1998), una radiografía realista y nada complaciente protagonizada por Fernanda Montenegro.

Presentado como el cuento de un ogro temible y terrible, pero cuento de hadas porque en él se impone una querencia fabuladora y ejemplar, Karim Aïnouz comparte con el Albert Serra de «La muerte de Luis XIV» (2016), su disposición de aprehender la esencia de una existencia a partir de los últimos suspiros del personaje biografiado.