Por eso cabría preguntarse qué significa que en poco tiempo veamos estrenarse, casi simultáneamente, dos títulos sobre jóvenes de buena familia y mala cabeza atrapados en la toxicodependencia en los EEUU. del final del segundo decenio del siglo XXI. ¿Simple coincidencia? No lo parece.

Tal vez “Yuli” no sea tan mala como mi opinión dejará entrever. Probablemente entre las personas que acuden en masa a ver el musical de “Billy Elliot”, la mismas que lloraron con el Garci de “El abuelo” y esperan con ilusión la nueva entrega de la denominada trilogía del Baztán de la novelista Dolores Redondo, “Yuli” sea un título recomendable.