Travesuras otoñales

 
Título Original: LE WEEK-END Dirección:  Roger Michell   Guion: Hanif Kureishi  Intérpretes: Jim Broadbent , Lindsay Duncan, Jeff Goldblum, Olly Alexander y Judith Davis  Nacionalidad:  Reino Unido. 2012  Duración: 93 minutos ESTRENO: Diciembre 2013
 
Con motivo de su pase en el Zinemaldia, recordábamos que Roger Mitchell era un director que alcanzó una evidente notoriedad gracias al romance imposible entre una diva de Hollywood y un librero de Londres. Aquella película, Notting Hill (1999), surgida a su vez del eco de La boda de mi mejor amigo (1997), mostraba cómo una Julia Roberts, en su papel de estrella, seducía a un Hugh Grant en su condena de apocado con problemas de expresión. Aquel filme compendia el libro de estilo de Mitchell. Se trata de una comicidad que se asoma a Woody Allen y que recoge el testigo de la flema británica y el humor Ealing. Un humor  que, en este caso, se refugia, en el Linklater de la trilogía protagonizada por Julie Delpy y Ethan Hawke.
En la citada edición del festival donostiarra, Le week-end consiguió lo que en otro escaparate internacional no hubiera podido. Parecer buena cuando en realidad solo es un divertimento. 
Hace unos años, el productor de Full Monty explicaba cual había sido el proceso que le llevó a fabricar un filme de éxito. La idea, decía, era hacer una película como las de Ken Loach, o sea con obreros con problemas, pero no para que solo vayan a verla los universitarios de izquierdas y algunos intelectuales (de escaso criterio cinematográfico, añado yo), sino para que vengan esos obreros a los que representan sus personajes. Para ello, ¿lo recuerdan? la clave consistió en buscar un final esperanzador y en dejar en cueros al personal masculino, lo que siempre hace mucha gracia en algunos dominios. Roger Mitchell, creador de la mucho más ácida Venus aquí hace algo semejante. 
O sea, rebajar la radiografía del matrimonio que con tanta lucidez practica el citado Linklater a costa de edulcorar el final y, en este caso, mostrar cómo sus personajes hacen “sin-pas”, o sea, se largan sin pagar. Esto, por sí solo no hubiera funcionado de no contar, y en esto el director de origen sudafricano lo sabe muy bien, con un reparto en plena forma. Bien está Lindsay Duncan, aunque eso es normal. Bien está Jeff Goldblum y eso es mérito del director. Pero formidable resulta Jim Broadbent hasta el punto de legitimar el premio a la mejor interpretación en San Sebastián con un filme tan banal e insulso como es este Le week-end.
Please follow and like us:
Pin Share

Deja una respuesta