En busca de la playa
Título Original: THE CROODS Dirección y guión: Kirk DeMicco y Chris Sanders   basado en un argumento de John Cleese Doblaje original: Nicolas Cage, Emma Stone, Ryan Reynolds, Catherine Keener, Clarke Duke y  Cloris Leachman  Nacionalidad: EE.UU.. 2013   Duración:  98 minutos ESTRENO: Marzo 2013

Dreamworks, como acontece con los segundones del mundo, en su deseo de superar al modelo de referencia, Pixar, corre el peligro de terminar por perder sus señas de identidad, si es que las ha tenido. Un estilo no se imita y esa lección es la asignatura pendiente de esta factoría por más que, en esta ocasión, The Croods pueda leerse como un entretenimiento abordado con dignidad, resuelto con talento y poseedor de tres o cuatro secuencias realmente felices en su adecuación de ritmo, relato, meta-relato y humor. 
En un escenario cercano al surcado por la Fox, la otra gran competidora en el territorio de la animación, Ice Age, lo que Kirk DeMicco y Chris Sanders, dos profesionales con un buen historial, pretenden no es otra cosa que forjar una película familiar. En este caso, estamos ante una versión robinsoncrusoniana de los Picapiedra. En un mundo que se reestructura en plena formación: movimientos sísmicos y volcanes; una familia de cavernícolas zarandeados por el miedo y convertidos en comadrejas que malviven en el interior de las cavernas por miedo al exterior, aprenderán a vivir.
Para ello resulta fundamental el concurso de un joven huérfano cuya necesidad ha avivado su talento y cuyo talento seduce rápidamente a la hija adolescente de la citada familia. Sin mayores complejidades, estos Croods deben iniciar un viaje hacia un nuevo territorio, una búsqueda, no del fuego como en la célebre obra de Jean-Jacques Annaud, sino de un lugar en el que vivir a salvo de los peligros de una fauna y flora agresiva y de los espasmos de una naturaleza hostil. Guionistas y directores, Kirk DeMicco y Chris Sanders mueven bien todos los hilos de su filme. Hay momentos hilarantes como toda una serie de ¿ingeniosos? inventos que el progenitor de la familia se ve obligado a idear ante la amenaza que representa su posible yerno. Hay también ese juego ya habitual en los últimos títulos animados que llegan desde América sobre el Edipo y la adolescencia y, finalmente, hay un vibrante sentido del espectáculo que sin grandes pretensiones obtiene gratificantes resultados. El peligro no está en ella, sino que, como en Shrek, Dreamworks quiera exprimir un filón que aquí acaba bien y que no necesita añadido alguno.
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