Se cumplen diez años exactos de la aparición de Frontier(s), primer largometraje de Xavier Gens y obra que le encumbró de manera inmediata. Nacido en Dunquerque en 1975, Gens entraba en el pabellón de directores franceses llamado a alumbrar una época de oro en un género, el del terror, poco atendido y peor comprendido en una cinematografía devota del cine de autor y/o de la comedia popular.

Ahora se le recuerda por cosas como El fantasma de la ópera, pero Joel Schumacher (1939) es un director muy particular. Aprendió bajo la tutela de cineastas como Woody Allen; durante los años 80 y 90 dirigió unas cuantas películas de temática juvenil y ecos simbólicos y, finalmente, cogió el testigo del Batman que alumbró Tim Burton y al que él ni supo ni pudo mejorar.