Abanderado del aviesamente llamado “movimiento”, Dogma 95, Thomas Vinterberg representa la segunda gran cabeza visible de aquella inteligente y, tal vez, excesiva humorada. Ahora, que ya hemos olvidado las suspicacias que su manifiesto provocó entre críticos atrofiados por la nostalgia, justo es reconocer que dio lugar a un puñado de buenas películas que pusieron a Dinamarca en el punto de mira del resto del mundo.

l editor de libros, anodina traducción de Genius, se construye con evidente voracidad de estilo. Una ambición que nace de cruzar tres naturalezas narrativas de difícil articulación. Su realizador, Michael Grandage, proviene de la escena teatral. Su contexto argumental gira en torno al mundo de la literatura.