En Calabria (Anime nere) se asiste al crepúsculo de un tiempo oscuro. Su paisaje ata el Milán del diseño, el lujo y la cocaína a la milenaria ruralidad de aldeas montaraces habitadas por cabras y miseria. En ese viaje de retorno, en un gesto que imita el periplo que en The Omen se hacía para buscar la semilla del mal, Francesco Munzi se abisma en la punta occidental del confín de esa Italia que se mira en Sicilia.

anador ¿incontestable? del Oscar al mejor documental del año pasado, Citizenfour reitera una verdad a gritos: cada vez el ciudadano es más transparente para el sistema. Google, Amazon, los e-mail y el reguero de consultas que cada usuario hace a través de su ordenador personal arroja pistas, desnuda almas y airea miserias para quien sepa y quiera bucear en sus entrañas.

Han pasado 25 años de aquel memorable momento en el que un impulsivo, decidido e inteligente profesional llamado Kenneth Branagh deslumbró con su versión de Enrique V, adaptación vibrante y fresca de la tragedia de Shakespeare. Entonces Branagh todavía no había cumplido los treinta años. Había salido de su Belsfast natal para crecer en Reading.