El dinero os hará libres
Título Original: BELLE Director: Amma Asante Guión: Misan Sagay Intérpretes: Gugu Mbatha Raw, Tom Wilkinson, Sam Reid, Miranda Richardson, Penelope Wilton, Matthew Goode, Emily Watson Nacionalidad: EEUU Año: 2013 Duración: 105 minutos ESTRENO: Agosto 2014
Bajo el disfraz de una obra de época, bien fotografiada, mejor interpretada e inteligentemente escrita, respira un filme notable que se interna en el resbaladizo territorio de la condición de la mujer en el pasado (pura melancolía del presente) para engarzar dos condiciones de agresión: la de género y la de raza.
Belle, filme inspirado más o menos libremente en relatos auténticos, de cuya realidad da noticia el retrato atribuido a Johann Zoffany, “Dido Belle con su prima”; deviene en crónica ilustrativa sobre los prejuicios y la miseria de quienes se arrogan condiciones o derechos superiores a los de sus semejantes.
Sin aspavientos de reivindicación, la británica de origen africano Amma Asante, actriz antes que directora, no se complica la existencia. Su manera de dirigir ha tomado lecciones del clasicismo de los más cualificados cineastas anglosajones como David Lean. Sin llegar a la excelencia de su modelo de referencia, Asante, que comenzó como niña prodigio y actriz de carisma, extrae del personaje central, una joven mestiza, hija “legitimada” de un aristócrata con una mujer negro-africana, un buen modelo para retratar la Inglaterra del final del XVIII donde la esclavitud era parte del poder de clase, un salvoconducto para gozar de los privilegios de una casta superior. Pero Asante va más lejos, hace de su filme un ensayo interrogador sobre el poder del dinero como pasaporte de libertad.
Bajo ese cristal, los destellos, muchos y singulares, que Belle emite, regatean sin problema el presumible acartonamiento que el cine historicista sufre. De hecho, pese a su aparente convencionalismo, en Belle habitan sombran y rugosidades sobre la condición humana capaces de engendrar muchas preguntas: por ejemplo sobre la verdad histórica y su representación cinematográfica.
Belle, filme inspirado más o menos libremente en relatos auténticos, de cuya realidad da noticia el retrato atribuido a Johann Zoffany, “Dido Belle con su prima”; deviene en crónica ilustrativa sobre los prejuicios y la miseria de quienes se arrogan condiciones o derechos superiores a los de sus semejantes.
Sin aspavientos de reivindicación, la británica de origen africano Amma Asante, actriz antes que directora, no se complica la existencia. Su manera de dirigir ha tomado lecciones del clasicismo de los más cualificados cineastas anglosajones como David Lean. Sin llegar a la excelencia de su modelo de referencia, Asante, que comenzó como niña prodigio y actriz de carisma, extrae del personaje central, una joven mestiza, hija “legitimada” de un aristócrata con una mujer negro-africana, un buen modelo para retratar la Inglaterra del final del XVIII donde la esclavitud era parte del poder de clase, un salvoconducto para gozar de los privilegios de una casta superior. Pero Asante va más lejos, hace de su filme un ensayo interrogador sobre el poder del dinero como pasaporte de libertad.
Bajo ese cristal, los destellos, muchos y singulares, que Belle emite, regatean sin problema el presumible acartonamiento que el cine historicista sufre. De hecho, pese a su aparente convencionalismo, en Belle habitan sombran y rugosidades sobre la condición humana capaces de engendrar muchas preguntas: por ejemplo sobre la verdad histórica y su representación cinematográfica.
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