Comparada con Un franco catorce pesetas, ciertamente la similitud temática entre ambas películas resulta indiscutible. En el filme de Carlos Iglesias, se mostraban las vicisitudes de una generación de españoles que tuvo que emigrar a Suiza en los años sesenta; en el filme de Ruben Alves se ahonda en la encrucijada de una familia portuguesa que, tras treinta años de trabajo en París, se cuestiona regresar a su país de origen.