El recluso y la abandonada

Título Original: LABOR DAY Dirección: Jason Reitman Guión: Jason Reitman; basado en la novela “Como caído del cielo”, de Joyce Maynard  Intérpretes: Kate Winslet , Josh Brolin, Gattlin Griffith, Tobey Maguire, Tom Lipinski, Clark Gregg y Brighid Fleming  Nacionalidad:  EE.UU. 2013   Duración: 111 minutos ESTRENO: Marzo 2014
 
Desconozco la razón del título en castellano, entre otras cosas, porque los días en los que transcurre su historia son más de tres. En todo caso, esa frivolidad de la distribuidora española no hace sino reforzar el extrañamiento que este filme provoca. Basada en la novela de Joyce Maynard, lo que Jason Reitman recrea se reviste con el color de la ensoñación; se abrocha al aroma distorsionado y distorsionante de lo que destila la memoria ebria de sentimentalismo. En ella, los paisajes cobran tanta importancia como sus personajes, piezas zarandeadas por las circunstancias, fichas a la deriva en una zozobra fatídica que muestra a dos náufragos emocionales redimidos por su mutua aceptación. 
Jason Reitman, nacido en Quebec e hijo del productor y también director Ivan Reitman, se ha distinguido por un practicar un cine periférico, a veces incorrecto, siempre iconoclasta. Autor de obras como Gracias por fumar (2005), Juno (2007), Up in the air (2009) y Young Adult (2011), resulta perceptible en ellas un común denominador cada vez más acentuado: la hiriente soledad de sus antihéroes.
La mordacidad inicial de su opera prima ha cedido ante una querencia por construir un salvavidas emocional. Paulatinamente los personajes de Reitman han girado hacia un intimismo huérfano de afectos y pendiente de redención.  Actor antes que director, Jason Reitman monta sus trabajos con buenos cimientos actorales. Sin duda, Kate Winslet, una actriz que ha decidido madurar sin artificios, contribuye poderosamente a conformar la imagen de una mujer abandonada por su marido, que vive junto a un hijo adolescente, en una permanente ansiedad. El improbable encuentro entre ella y un preso fugado de manos ensangrentadas y corazón de oro es lo que da sentido al argumento de un relato contado de manera fragmentada, un puzzle que se completa sin que se pueda evitar la sensación de incredulidad. Pese a ello, sin superar a su mejor obra, Reitman no se estrella contra el inverosímil, y eso no está al alcance de cualquiera.
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