Romeo y Julieta en Oriente Medio
Título Original: UNE BOUTEILLE À LA MER Dirección: Thierry Binisti Guión: Thierry Binisti y Valérie Zenatti; basado en la novela “Una botella al mar de Gaza”, de Valérie Zenatti Intérpretes: Agathe Bonitzer , Mahmoud Shalaby y Hiam AbbassNacionalidad: Israel. Canadá. Francia. 2011 Duración: 99 minutos ESTRENO: Septiembre 2012
Fundido a negro. Así se abre Una botella en el mar de Gaza. Desde una oscuridad total arranca un filme que dibuja un relato de amor imposible; un recorrido iniciático que amanece con el eco de las bombas de un atentado y se cierra con la ¿esperanza? de encontrar un mundo mejor. El relato, marcado por las las tinieblas del horror de la violencia en ese campo de batalla que marca la muga entre los territorios palestinos e israelíes, reescribe el cortejo epistolar de dos jóvenes llamados a ser enemigos por sus orígenes, pero capaces de comunicarse desde la perplejidad de quien no admite ese juego de sangre y odio. Estamos ante un campo de minas que el cineasta Therry Binisti cruza con una mirada inequívocamente conciliadora. A veces, demasiado pedagógica, siempre lastrada por un arranque titubeante pero, finalmente, sublimada por su capacidad para dibujar un recorrido respetuoso con la lógica interna de lo que relata.
Thierry Binisti carece de la poderosa capacidad de introspección de Asghar Farhadi, el cineasta iraní autor de Nader y Simin, una separación, por consiguiente su filme, Una botella en el mar de Gaza, resulta mucho menos complejo. Inspirado por la novela homónima de Valérie Zenatti, coguionista junto con el realizador, el contenido narrativo parte de un gesto improbable. Azorada y estremecida por los efectos de un atentado terrorista en Israel, una adolescente judia arroja un mensaje en una botella al mar que une y separa a dos pueblos en guerra permanente. Pide respuestas, hace preguntas, ¿por qué? Lo que el filme desarrolla obedece a la relación via internet entre la joven angustiada y un joven palestino. Los reproches iniciales, dan paso a gestos de comprensión. Hay altibajos, desencuentros, frustraciones y desgarros… los que marca una realidad zarandeada por bombardeos israelíes y los atentados palestinos. Binisti resalta la gratuidad de tanta muerte frente a la posibilidad del entendimiento. Sus jóvenes protagonistas pueden hablar, podrían incluso amarse y vivir juntos… Con esa voluntad reivindicativa, bienintencionada e ingenua, lo más notable del filme aparece en el fondo del plano, en los paisajes apenas entrevistos, en la dolorosa evidencia de un muro vergonzante que ahoga la convivencia de estos modernos Romeo y Julieta.
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